viernes, 26 de septiembre de 2008

Extraño


"No se extraña un país; se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañas si te mudas a diez cuadras. El que se siente patriota, el que piensa que pertenece a un país es un tarado mental, la patria es un invento.

Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos y eso sí se extraña."

Extraido de la película "Martín Hache"


A veces, no hace falta mudarse de país, para darse cuenta de lo que realmente se extraña cuando uno cambia de sitio.

Extraño mi ciudad, por los momentos vividos, extraño mi ciudad, porque estar en ella es estar con mi gente, con la gente que uno ha crecido, y que con el paso de los años, siguen estando ahí. Y porque seguirán estando allí.

Extraño, porque todas las canciones me transportan al mismo sitio, y con la misma gente.

Extraño porque cuando vuelvo las sensaciones que me invaden son indescriptibles.

Extraño porque ahora me doy cuenta de lo realmente feliz que he sido allí, a pesar de que no me he dado cuenta mientras lo vivía.

Extraño porque cuando me voy siempre estoy deseando volver.

Extraño porque compartir una cerveza, dar un paseo, ver una película, se convierten en momentos especiales, de los que me acuerdo durante toda la semana. Y que estoy deseando repetir.

Extraño porque es la primera vez en mi vida que me siento realmente sólo, y vuestra compañía cura ese mal.

Extraño porque ahora mismo estoy escuchando un disco de René Aubry y no puedo evitar echar mi alma a volar.

Extraño por la infinita complicidad que existe.

Extraño porque ver los conciertos de la mar de músicas, ir al puerto, ir a la playa, cenar en la esquinica, comer un kebab en el faro de navidad, hablar de los misterios de la vida, ir de cañas, echar unas risas a base de idas de olla, eso, todo eso, forma parte de mi vida. Una parte muy importante.

Extraño, porque no hay día que no piense en volver, aunque al final, siempre vuelvo, aunque sea por unos días. Y con eso tengo para tirar adelante toda la semana. Extraño por el bálsamo que supone.

Extraño, porque estoy pensando en comprarme un globo más grande, y no tener que tirar a nadie de él.

Extraño, porque miro hacia delante y allí estais todos vosotros.

Extraño porque cuando estoy allí se detiene el tiempo, y es el tiempo del goce y del disfrute, de la reflexión, del crecimiento.

Esta lista podría no acabarse nunca, pero prefiero parar.

Extraño mi ciudad milenaria, extraño a mis amigos del alma.

Os extraño.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Latitudes de silencio



Aquella noche, una terrible niebla lo cubría todo. Desorientado, no dejé de gritar tu nombre. No hubo respuesta. Una vez. Dos veces. Tres veces. Nada. La inmensidad de la oscuridad y un frio insoportable. La soledad ¿Dónde ir? Entonces me acordé de lo que me dijiste una vez. Sólo tienes que escuchar las palabras de tu corazón. Es el único que te dirá la verdad...

Con gran dificultad uno trata de elegir, de enfrentarse a las distintas situaciones que se nos presentan. Elegir...¡cuán complicado es elegir! Elegir supone descartar las demás opciones. Y eso me da pánico. ¿Inmadurez? Puede ser, pero yo creo más bien que a veces uno no entiende con claridad las silenciosas palabras que emergen desde el interior.

Pero siempre hay que elegir, en todos los ámbitos. La única libertad que nos queda actualmente, es la libertad de elección (a veces incluso ésta se ve mermada). Uno elige lo que es y cómo es, fiel a sus creencias y principios, y todo lo demás es accesorio, secundario. Un alto porcentaje de los elementos que componen nuestro día a día no son más que personajes secundarios en la bella historia que estamos escribiendo.Y que aún tiene que continuar escribiéndose. Convidados de piedra. Uno elige de quién se rodea y de quién no. Y en esta decisión no interviene más que uno mismo. Pero hay elementos que nos encontramos y que no han sido elegidos por nosotros; están ahí, mas tienen la importancia que tienen. Deben ser elementos inocuos, con nula influencia en nuestro devenir. Nosotros seríamos algo así como el director de cine que elije a los actores protagonistas de su película (en este caso de nuestra vida) porque quiere a esos actores, y no a otros. Tienen que ser esos.

Aunque parezca mentira sigo viviendo imposiciones diariamente, gente que se rodea de alguién sólo por el interés, gente "atada" a algo o alguién sin atreverse a cerrar esas puertas y abrir otras nuevas. ¿Dónde está la libertad de elección? ¿Queremos sobrevivir o queremos vivir? (dicotomía que tomo prestada del blog elsegundodecris.blogspot.com). Buena pregunta. Sobrevivir sería algo así como sortear los peligros de la naturaleza para seguir con vida. ¿Y vivir? Para vivir se me ocurren muchas definiciones, cada uno puede tener la suya propia. A veces creo que estoy viviendo y otras que estoy sobreviviendo. A veces me pregunto si las dos son una en si misma.

Vivir es escuchar en todo momento lo que te dicta el corazón y obrar en consecuencia, sin miedo al éxito o el fracaso. Y todo lo demás, vendrá sólo. Sólo escuchando dentro de nosotros mismos, tendremos la posibilidad de decir algún día que hemos vivido, y que toda esta historia ha merecido la pena. Lo contrario me da pánico.

Luces, cámara, ¡acción!

Cerraré los ojos, y trataré de escucharte. Ya te oigo. ¡Ahora te oigo claramente! Sigo viendo una densa niebla, pero puedo oírte. Ya no tengo miedo. Silencio. Iré allí donde tu quieras llevarme…

martes, 16 de septiembre de 2008

Gala Évora



Gala Évora, antigua integrante de las Papá Levante (si, aquellas que cantaban lo de me pongo colorada cuando me miras...puro divertimento de seis amigas del que reconoce ha aprendido mucho, pero del que ahora, en su primer trabajo en solitario “Agua y Luz”, no queda ni rastro) ha abandonado aquel registro y ha sido capaz de presentar un trabajo personal, serio y lejos de los clichés de moda facilongos.

Gala, que no tiene nada que ver con la caboverdiana Cesarea, se atreve a versionar un temazo como Moussolou de Salif Keita (magnífico duo con el propio Salif).


Para los que les gusta comparar, aquí está el vídeo original de Salif...


domingo, 14 de septiembre de 2008

Anoche


Anoche entendí el por qué de este mundo, anoche...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿Tolerancia?



"La xenofobia, parece decir el griego Heródoto,
es una enfermedad de sujetos miedosos y con complejo de inferioridad
que tiemblan ante la perspectiva de verse obligados
a reflejarse en el espejo de una cultura ajena”.

Ryszard Kapuscinski


A todos aquellos "animales" para los que inmigrante es sinónimo de delincuente, para los que se enervan al cruzarse con un negro, árabe o japonés, para los dueños de la tierra que pisan, (¿dónde guardais vuestras escrituras?), para todo aquel que se alegra de que mueran decenas de personas intentando salir de la miseria (¿qué harais tu en su lugar?), para aquel que no respeta que la gente venga a ganarse el pan a una tierra hostil (¿has experimentado alguna vez la gratificante y sacrificada sensación de que cada euro que tienes en el bolsillo lo has ganado con el sudor de tu frente?)...
Raro es el día que no escucho todo esto diez o doce veces.

¿Pero en qué mundo vivimos?